viernes, 14 de diciembre de 2018

La Enfermedad de la Media Luna

Un día de esos muy extraños Andrés no quiso llorar mas.
Creo que afloró su insensibilidad y poco a poco se fue apartando de la gente.
Habían pasado mas de 3 años que Guilliana había muerto. Realmente la tristeza es lo único que quedaba. Porque con la muerte de Guilliana acabaron los sueños a corto y mediano plazo.
Ella no estaba mas y no importaba nada.
Un día llego a orillas del río Enano y vio a través de sus agua un rostro angelical, uno que su corazón conocía. Era un Hada de mirada tierna y sonrisa dulce. El corazón del hombre mas solitario se sobrecogió... En un libro de Hadas este tipo de Hadas eran llamadas las Noras...


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